Me encuentro este ejemplar macho en el apeadero de Candás, en Asturias. Estaba encima del cadáver de otro escarabajo distinto, no sabría decir si llorándole o comiéndoselo. Cuando le he apartado, se me ha encarado en actitud amenazante.
Reconozco que es uno de mis bichos preferidos. Esas mandíbulas color caoba son espectaculares.
Leo que el ciervo volante solo come madera en descomposición, así que no sé qué decir que hacía con el cadáver.
Fotos (móvil): 24-7 2024
Pues aquí tenemos otra avispa de Darwin, esta vez con bandas amarillas y negras.
Las fotos son más bien malas, pero la agitación de su cola roja y su canto, seco, como si dos bloques de madera dura chocasen entre sí, no dejan duda de que es un colirrojo.
Hacía tiempo que no me visitaba un erizo. Apenas me dio tiempo para hacerle esta foto antes de hacerse una bola y ocultar el hocico. Lo dejé encerrado en la galería con tan solo un pequeño resquicio para que entrara el aire. Cuando volví a ver si se había desenrollado había desaparecido. Houdini le he llamado.
El cuerpo y parte de las patas de esta cantárida es de un luminoso color rojo anaranjado.
Fotos: 11-5-2024
Esta araña teje unas bonitas telas orbiculares.
Allí estaba, refocilándose en la hierba del parque Tierno Galván.
Ya lo teníamos en el río Manzanares y en el pantano de Valmayor. Ahora me los he encontrado en el parque Tierno Galván. Es foto de móvil, pero se trata de documentar.
Y tiene su gracia.
Eran dos.
Fotos: 10-3-2024
